jueves, 26 de mayo de 2011

Artesanía Artística

Extracto del libro "Diseñando con las manos"
capítulo "Diseñar para el mercado", de Juan Carlos Santos

La frontera entre arte y artesanía siempre ha sido muy difusa, especialmente en el campo de la escultura, habiendo dado lugar a interminables debates que todavía continúan en nuestros días. Pero de lo que no hay duda es de que existe una oferta de productos artesanos de elevado valor artístico que, aunque no accedan a los circuitos del arte, poseen todos sus atributos: piezas únicas de elevado valor basadas en propuestas estéticas, sin valores utilitarios, con un elevado nivel de abstracción emocional.

Demandado por un consumidor de status medio-alto con un elevado criterio y nivel cultural, la competitividad de la artesanía artística se basa en el reconocimiento social del creador, materializado en la imagen y la firma del artista, y sustentado en el desarrollo de un estilo personal, diferenciado y sugerente que exprese una forma de percibir la realidad.

En este sentido, la aplicación del diseño sigue unos derroteros más artísticos, libres e intuitivos, orientados hacia el desarrollo de un estilo propio de expresión plástica, entendido como una forma de exploración estética que evoluciona de forma coherente a lo largo del tiempo, y se materializa en unas  colecciones con un enfoque conceptual, basadas en la creación de un lenguaje formal que explora una determinada temática.

En la artesanía artística, el trabajo manual adquiere un gran protagonismo como una parte relevante del proceso creativo, en el que la obra emerge como resultado de un diálogo emocional entre inquietudes, sensaciones y materiales. La utilización del análisis de tendencias suele circunscribirse, casi exclusivamente, a la selección del tema.

La importancia del reconocimiento social de la firma otorga una gran importancia a la estrategia de comunicación, articulada en torno a una web que transmita la imagen del artista, refleje su trayectoria (curriculum, referencias y críticas en medios de comunicación), y muestre sus productos agrupados en colecciones contextualizadas, que expresen visualmente los conceptos subyacentes. También resulta muy interesante la creación de un blog, a modo de cuaderno de artista, en el que se vayan recogiendo todas aquellas ideas, referencias y pensamientos que inspiran su proceso creativo, así como los eventos en los que participa.

Las exposiciones constituyen el principal instrumento de promoción, siendo necesario prestar mucha atención al diseño de la exposición y de las acciones de divulgación (invitaciones, catálogo, dossier de prensa…). Este tipo de eventos facilita el contacto directo con los consumidores, el cual se prolongará a través de la venta en el atelier, un importante espacio que debe reflejar la personal visión del creador.

La comercialización a través de galerías, y boutiques de moda y decoración requieren un cuidado diseño de las etiquetas y el packaging.

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