miércoles, 18 de mayo de 2011

extracto estudio: EL LUJO COMO LEGITIMADOR DE LA ARTESANÍA, O VICEVERSA

“En el momento que el sector del lujo español recupere algunos valores de la artesanía, entonces, iremos bien.” (Galí)

Es un pez que se muerde la cola, algunas opiniones apuntan que el lujo es lo que puede investir de prestigio a lo artesano: “Yo creo que hay un problema grave, porque primero: ideológicamente estamos [los artesanos] en una falta de legitimidad y la única manera de legitimar la artesanía desde el punto de vista del mercado es a través del lujo, es la única manera, yo no conozco otra, lo otro es hacer ferias y mercadillos.” (Galí)

Para Josep Abril, en cambio, parece que es un poco a la inversa, podemos deducir de sus palabras que el valor del lujo se justifica gracias a la evidencia de un proceso artesano:

“Importa mucho, es una cosa a defender, el hecho que esté hecho a mano. Artesanía: que esté hecho a mano y unidad por unidad. 
– Pero ¿esto lo percibe, en tanto que artesanía, el cliente? 
– Claro, evidentemente, yo creo que sí. 

Absolutamente. Y es bueno. Es un argumento de venta total. Con todo lo que conlleva, que quiere decir: Irregularidad, imperfección, (...) lo que comporta. Porque un vestido hecho a mano a veces lo miras y dices ‘hostia, está hecho a mano’ y no es simétrico al 100%. A veces un bolsillo puede quedar más..., y un agujero distinto a otro, porque no es una máquina que los hace perfectos. Y eso se valora, evidentemente que se valora. Y la gente está dispuesta a pagarlo más, pues claro. 

– ¿Y los clientes españoles son diferentes de los clientes de otros países? ¿Has podido comprobar si tienen, quizá, algún prejuicio con respeto al hecho artesano?, ¿o están menos acostumbrados o les sorprende más? – Sí, aquí es como más complicado...
– Supongo que habrá de todo. Hay gente que lo entiende perfectamente y otra que no tanto... – Sí. Si cogemos la parte, por decirlo de alguna manera, de pieza única, de pieza sola, los otros son mucho más conscientes. Los japoneses, por ejemplo, las cosas más raras, distintas, donde se ve el proceso, donde se ve que ha habido un proceso manual detrás, esto lo valoran mucho. Mucho.
– ¿Dónde es más explícito? ¿Dónde se delata esto?
– Cuando miras la pieza ves el proceso que tiene detrás.” (Abril)

Parece ser que entre el lujo y la artesanía hay un campo magnético de atracción, aunque no se sepa si fue antes el huevo o la gallina. No es un fenómeno ni mucho menos reciente, históricamente el lujo va unido a los objetos producidos con un gran dominio de un oficio artesano: “... las joyas del arte escítico, la maestría del esmalte alveolado que dominaban los sajones, las lozas brillantes de inspiración árabe producidas en España a partir del siglo XII, la célebre corona incrustada con piedras preciosas que ciñó Carlomagno, el no menos célebre cáliz de Ardagh y las iluminaciones de “El libro de Kells”, obras maestras irlandesas del siglo VIII...” (Sicard)

Tras su análisis, Marie-Claude Sicard, llega a una conclusión que aclara en parte el enigma: en el lujo, hay una fuente de valor real: la maestría de sus artesanos. La otra fuente, y que es la principal, es imaginaria. En su opinión la artesanía legitima sólo una parte del valor que se atribuye al lujo. Es decir, que las marcas de lujo se sirven de la artesanía como coartada: “(...) marcas italianas como Gucci, Prada, Ferragamo, Bulgari o Trusardi se han apoyado en el tradicional ‘savoir faire‘ italiano de artesanado de alta calidad y que ha tenido mucho éxito tanto en Europa como en los EEUU.” (Sicard)

La postura de Sicard es abiertamente crítica cuando denuncia que las marcas de lujo usan siempre el mismo mantra: “El taller está en el centro de nuestra estrategia”. La artesanía es la coartada perfecta de las firmas de lujo.

Para muestra, un botón: Leído en la web de Gucci el 1 de Marzo de 2010. “A lo largo de 2010, nuestros maestros artesanos viajarán por todo el mundo haciendo escala en algunas tiendas Gucci seleccionadas, donde para la ocasión se montarán verdaderos talleres. Cosiendo y rematando los acabados de algunos de los bolsos Gucci más icónicos, los artesanos ofrecerán a los clientes la oportunidad de ser testigos en primera persona de la meticulosa atención al detalle y del excelente arte manufacturero que caracterizan la producción de cada artículo de piel. Los próximos destinos del Artisan Corner serán Tokyo, Osaka, Roma y París en Marzo, San Francisco, Chicago, Beverly Hills y New York en Abril.” (www.gucci.com)

Esta acción responde a la necesidad que según Sicard tienen las firmas de justificar su caché. Tomémoslo por el lado bueno, en cualquier caso, las marcas de lujo necesitan de la artesanía para construir, no sólo sus productos, sino su imagen.

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