El nacimiento de esta prestigiosa empresa española de alta joyería, se remonta al año 1885, con un establecimiento en la madrileña calle de Santa Isabel, época en la que María Cristina de Habsburgo regentaba la monarquía española y la ciudad de Madrid imitaba la transformación urbanística que Haussmann había desarrollado en París.
En los años 50 comienzan los encargos importantes para Carrera y Carrera. Es el momento de Elisabeth Taylor, Audrey Hepburn, Balenciaga y el pret-a-porter.
La firma empieza su proceso de internacionalización en los años 70 y consolida este desarrollo a finales de los 909. En 2001, Lladró entra en la sociedad, formando parte de su capital social e inyectando más de 15 millones de euros.
Carrera y Carrera elabora cada temporada piezas artesanales, de exclusivos materiales nobles y piedras preciosas, cuyo valor avalan las exposiciones realizadas en museos de todo el mundo: White House Museum de Washington, Hadley Museum de Kentucky, Yamanashi Museum de Japón, y la Armería del Kremlin...
Su excelente posicionamiento internacional ha sido posible gracias a un producto de calidad exquisita junto con un estilo muy personal, que permite fácilmente identificar los productos de esta firma. Esta combinación ha sido lo que ha permitido a la empresa que más del 70% de las ventas procedan de mercados exteriores.
Actualmente, Carrera y Carrera está presente en 26 países con 19 boutiques propias, en ciudades como: Moscú, Tokio, París, Dubai, Singapur, México D.F., Ginebra o Ryad; y más de 250 puntos de venta. Además sus joyas se pueden encontrar en los prestigiosos almacenes Harrod’s, Neiman Marcus, El Corte Inglés o el exclusivo hotel de 7 estrellas, Burj Al Arab de Dubai.
La firma empieza su proceso de internacionalización en los años 70 y consolida este desarrollo a finales de los 909. En 2001, Lladró entra en la sociedad, formando parte de su capital social e inyectando más de 15 millones de euros.
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